jueves, octubre 03, 2019

Crítica: Los héroes

Los héroes parece a primera vista un clásico libro de espada y brujería. Sin embargo, aporta aire fresco a este agotad subgénero al profundizar en las mentes de sus personajes y mediante el uso de un humor ingenioso, con resultados notoriamente buenos.

La trama es lo más simple posible. La Unión (un gran reino del sur) envía un ejército para sofocar la rebelión de los norteños (si te evoca la historia de Escocia, has acertado). El líder norteño, Black Dow, evade la lucha el mayor tiempo posible, hasta que las escaramuzas se amplían en un valle olvidado y sin importancia donde hay un monumento megalítico llamado Los Héroes.

No obstante, aunque la trama sea simple, el libro no lo es. La profusión de personajes, puntos de vista y el hecho (realista) de que los protagonistas no tienen información detallada de qué está pasando en el escenario de batalla no lo convierten en un libro de lectura fácil. Hasta las páginas 50-100 es un libro que cuesta de leer. A partir de allí, sin embargo, resulta una gozada.

Desde su inicio, el libro deja en claro al lector que la guerra es un asunto estúpido y caótico. Lo hace no solo estableciendo un personaje que todos apreciarán (uno que está cansado de la guerra aunque sea uno de los pocos verdaderos héroes de la historia) sino también diciéndonos cuán incompetentes y egoístas son los líderes. Se recurre a la fina ironía para dibujar bastantes sonrisas en el lector. Por ejemplo, un destacamento de caballería se envía a la batalla sin sus caballos debido a un error burocrático. La representación de la batalla es notablemente realista y los amantes de la estrategia y la historia seguramente la amarán.

Los personajes principales exudan carisma por los poros. Es raro leer un libro con tantos personajes inolvidables: el despiadado Black Dow, el valiente pero cansado Curnden Craw, el leal y enojado Bremer dan Gorst, el maquiavélico príncipe Calder...

Estilísticamente, es un libro resultón, lo cual resulta meritorio en un libro donde la acción ocupa casi todo el espacio.

Alguien me recomendó el libro por su contenido mágico. En este libro, la mayor parte de la magia es solo protociencia, en forma de pólvora. Sin embargo, hay algunos trucos de magia reales que harán las delicias de los amantes de la magia.

La peor parte del libro es, sin embargo, su final. Debería haber terminado 20 o 30 páginas antes. En cambio, una vez que la historia parece haberse calmado, aparecen nuevos cambios en las motivaciones de los personajes. Están diseñados para dar un nuevo aliento a la historia y prepararlo para la continuación; sin embargo, parecen creados por un aficionado y resultan poco creíbles.

En resumen, un libro complejo, tal vez con demasiados personajes, donde prima la acción, muy realista, con unos personajes excepcionales y con un fino sentido del humor que lo convierte en sumamente entretenido.


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