viernes, septiembre 23, 2016

Lecturas recomendadas

Como muchos sabréis (entendiéndose como "muchos" las 2 o 3 personas que leen este blog), para El espejo vacío he leído unos cuantos libros. Algunos, a propósito. De otros, que no me estaba leyendo a propósito para la novela, he encontrado ideas útiles. Los curiosos tendrán que esperar a que termine la versión beta para obtener la lista completa. Pero hay unos cuantos libros que quiero reseñar.

Imagino que usted, amable lector, también tendrá otras cosas que hacer, así que tendré que dejar en el tintero títulos como When China Ruled the Seas. The Treasure Fleet of the Dragon Throne, 1405-1433 de Louise Levathes, Primeras reacciones chinas al cristianismo de Jacques GernetHistoria de la vida privada de P. Ariès & G. Duby. He intentado hacer una selección de aquellos títulos que destacan por su rigurosidad, interés general (aquí hay uno que se me ha colado) y que me han dejado una sensación de maravilla al leerlos.

Aquí van:
  • Armas, gérmenes y acero, Jared Diamond. Es un libro que ya mencioné en su día. Obra de un biólogo (sic) explica la historia de la humanidad en términos geográficos, climáticos y biológicos. Muy entretenido para aquellos que disfruten de la ciencia y recomendable para los que deseen un enfoque distinto de la historia. (1)
  • Charlemagne, Muhammad, and the Arab Roots of CapitalismGene W. Heck. Probablemente sea el libro que más me haya sorprendido de toda la bibliografía que he consultado. ¿Por qué? Pues porque el autor demuestra (2) que los orígenes del capitalismo europeo no proceden de la recuperación del capitalismo grecoromano, tampoco de la importación del precapitalismo bizantino ni son producto de una evolución interna. ¿De dónde procede, pues? La respuesta es sorprendente: de los árabes. ¿Y cómo es que usted, amable lector, desconocía este hecho? Pues a lo mejor tiene que ver en que los medios procapitalistas son antiárabes y los que son proárabes son anticapitalistas. Si usted se lo quiere leer cabe avisar que la maravillosa demostración es relativamente corta, el resto del libro es una larga, sesuda y muy aburrida exposición de las estructuras capitalistas árabes.
  • Colapso: Por qué unas sociedades perduran y otras desaparecen, Jared Diamond. También mencioné este libro. El título es bastante explícito, el autor narra diversas civilizaciones que se han enfrentado a problemas serios (se centra en lo ecológico, no olvidemos que el autor es biólogo) y cómo algunas han salido adelante mientras que otras han colapsado. Dado que el libro, al hablar de política, sociedad, guerras, etc. sobrepasa la especialidad del autor, no alcanza la brillantez de Armas, gérmenes y acero pero resulta una lectura bastante recomendable, especialmente para los amantes del laissez faire. (3)
  • Dioses útiles. Naciones y nacionalismosJosé Álvarez Junco. Otro que mencioné, además hace poco. Basta volver a decir que es una mirada aséptica al tema nacionalista, alejada de bochornosas declaraciones como que España es una gran nación con 3.000 años de historia o torticero cherry-picking para demostrar que España lleva 300 años yendo contra Catalunya
  • El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable, Nicholas Taleb. El autor, un genio que está muy orgulloso de su gran humildad y que se ha pasado media vida predicando en el desierto (4), nos explica su teoría del cisne negro. En resumen, viene a decir que la historia de la humanidad viene regida por sucesos imprevistos, que producen un enorme impacto y que, con posterioridad, son racionalizados como si pudieran haberse predicho. Muy adecuado de leer para el día que uno tiene la soberbia subida. Debería ser de lectura obligaba para políticos y economistas. (5) 
  • El Mundo Árabe explicado a EuropaBichara Khader. Es un libro, escrito por un palestino, que explica sin muchas florituras pues eso, cómo es en realidad el mundo árabe. Por desgracia, el autor tiene que pasar bastantes páginas desmontando tópicos (6). Critica a occidente, que ha tenido la gran idea de coartar el desarrollo árabe (7) pero, al mismo tiempo rehuye del discurso victimista y recalca que son los árabes los principales responsables de lo que les sucede (8).
  • La Vida Cotidiana de los Vikingos: 800-1050, Régis Boyer. El libro resulta una delicia para cualquiera que quiera escribir una novela histórica sobre los vikingos. Ahonda en detalles como qué vestían, qué comían y a qué horas del día. Y te adentra en la mente de un vikingo de la época hasta el punto que da la impresión que puede ser tu vecino del quinto. De este libro saqué muchas ideas para el capítulo 6.
  • La vie sexuelle à RomeGéraldine Puccini-Delbey. Algunos habréis saltado directamente hasta aquí, que os conozco. Al igual que el anterior, es un libro que no te explica la historia sino que (broma fácil al canto) te introduce en ella. Como suele pasar en la historia rigurosa, la autora se ve en la obligación de explicar que las clasificaciones utilizadas en la actualidad carecen de sentido en el mundo antiguo. (9)
  • Por qué fracasan los paísesJames A. Robinson, Daron Acemoğlu. El libro resulta el necesario complemento a Armas, gérmenes y acero. (10) El libro clasifica las elites de un país en dos tipos: las inclusivas y las extractivas. Las inclusivas son aquellas que utilizan los mecanismos de poder para el mejorar el país y las extractivas son las que utilizan los mecanismos de poder en beneficio propio. Pues bien, los países con elites extractivas tarde o temprano fracasan mientras que las que aquellos con elites inclusivas triunfan. Los autores dan numerosos ejemplos de su teoría (países que han triunfado con elites inclusivas, países que han fracasado con elites extractivas y, para rematar, países cuyo sino ha cambiado tras pasar de uno a otro tipo). Debería ser de lectura obligada para nuestros amables políticos. (11) 
  • Science and Civilisation in ChinaJoseph Needham et al. Por supuesto, no podía faltar el gran Science and Civilisation in China. Y cuando digo grande, quiero decir que es grande, en el sentido literal del término. Lectura imprescindible para comprender la civilización china, en especial si uno tiene interés en la ciencia. La única crítica que cabe realizar al libro es que usa el sistema de romanización Wade-Giles en lugar del habitual pinyin, lo cual me causó más de un quebradero de cabeza. Si alguien desea leérselo, lo siento pero debo insistir, advierto que es GRANDE (7 tomos) y, si a pesar de eso, se mantiene en la osadía de querer comprárselo aviso que el precio, además, no es precisamente popular. (12)


(1) Por ejemplo, realiza una comparativa de las características nutricionales de diversos alimentos, así como su distribución geográfica natural. O explica que los habitantes de África central no es que sean estúpidos por no haber domesticado las cebras sino es que las cebras son difícilmente domesticables. A lo mejor usted piensa que esto no tiene la más mínima importancia hasta que recuerda que, cuando los europeos colonizaron África en el s. XIX, no salió a su encuentro un ejército de indígenas montados en sus cebras.
(2) Quien me conozca sabrá que mi profundo escepticismo hace que no use el verbo "demostrar" a la ligera.
(3) No, si el laissez-faire está muy bien, salvo cuando tiene que venir el Estado a rescatarte el banco, descubres que tu isla se ha quedado sin árboles o una multitud enaltecida saca las guillotinas a la calle.
(4) El cisne negro se publicó en 2007. Lehman Brothers quebró en el 2008. No hay nada como llegar en el momento oportuno.
(5) Ninguna de las dos profesiones es apreciada por Taleb. De los economistas dice por ejemplo que "antes de que tuviéramos economistas, el mundo estaba funcionando muy bien". Y de los políticos dice que "no deberían dejarse en manos de los políticos herramientas que no entienden". No está mal para alguien que pontifica desde la humildad.
(6) Tal vez le sorprenda saber cómo han cambiado los tópicos de los españoles. Parte de la prensa francesa de principios del siglo XX alertaba contra la inmigración española (e italiana, que era más abundante) alegando que las españolas parían como conejos y, claro, aquello era una invasión. Una invasión de fanáticos ultracatólicos que no sabían vivir en democracia. Ahora sólo nos tiran las fresas.
(7) Primero atacó a los liberales que pedían democracia porque les interesaba congraciarse con las autoridades otomanas, luego atacó a los panarabistas porque daba miedo que los árabes formaran un único bloque, luego protegió a Israel porque los alemanes habían asesinado a seis millones de judíos (si tanto querían pedir perdón a los judíos, que hubieran montado Israel en Alemania, digo yo), luego atacó a los socialistas porque el comunismo es malo y, finalmente, tuvo la genial idea de apoyar a los yihadistas contra los comunistas. Todo esto aderezado con alguna que otra invasión cuando algún líder árabe traviesillo se salía del guión. Usted no sé pero yo un pelín molesto sí que estaría.
(8) Uno de los pasajes que más me conmovió fue cuando criticaba que, en los vídeos de la intifada, los milicianos gritaran ¡Alá es grande! en lugar de eslóganes laicos como ¡Justicia, libertad, democracia!
(9) Iba a ser un libro de gran importancia para documentar el capítulo 2 ya que tenía previsto que el protagonista del capítulo fuera homosexual. Finalmente tuve que descartar la idea para no perder el foco de atención en lo realmente importante. Al final, cogí unas prostitutas y apliqué en ellas lo que había aprendido con el libro. [...] Unas prostitutas que aparecen en el capítulo 8, joder qué mal pensados sois.
(10) Hubo cierto pique entre los autores ya que Robinson&Acemoglu mencionaron explícitamente a Diamond y su teoría "insatisfactoria". En realidad, ambas se complementan. Diamond habla de las bases ecológicas (en el sentido científico del término) de las civilizaciones mientras que Robinson&Acemoglu lo hacen desde las bases sociales. Las bases ecológicas tuvieron una importancia capital en el pasado mientras que ahora, gracias a la tecnología, lo que priman son las bases sociales.
(11) Los autores señalan que, en contra de lo que muchos ingenuos piensan, las elites extractivas no lo son por desconocimiento sino porque, obviamente, les va muy bien así. En tal caso que se lean el libro no va a servir de nada. Queda la opción de arrearles con él. Quien no se consuela es porque no quiere.
(12) Popular en el sentido de los populares de la antigua Roma, no de los populares de la actualidad. ¿Eh? Vale, no insultaré tu inteligencia con más pies de página innecesarios.


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