sábado, julio 27, 2019

Crítica: Chernobyl

Chernobyl es una exitosa miniserie (solo 5 capítulos) de HBO que nos cuenta lo sucedido en el accidente de Chernobyl, desde los primeros momentos del accidente hasta 2 años después del mismo.

La serie arranca con el accidente en sí. Ha ocurrido algo serio pero los operadores de la central no tienen claro qué ha sucedido ni su gravedad. La apuesta de la serie, arriesgada, resulta todo un acierto, pues el espectador (que supuestamente no sabe lo que pasa) se mete en la piel de unos trabajadores que no saben a qué se están enfrentando.

Pasadas las horas, mientras los operarios se van dando cuenta del horror que han desencadenado, la serie pone el foco de atención en las autoridades soviéticas, empeñadas en mantener el secreto respecto a lo ocurrido, y en la actitud de Dyatlov, empecinado en que -contra toda evidencia- no hay para tanto. De nuevo, la serie logra escenas míticas.

A partir de allí, la serie se enfoca en cómo lidiar con el desastre. Cobran especial protagonismo Legasov, el científico que intenta hacerlo lo mejor posible pero al que le reconcome la conciencia, y Shcherbina, el político que sabe cómo se logran hacer las cosas. Incluye también el único personaje ficticio de la serie, Ulana Khomyuk, que da voz a los científicos que acudieron al lugar del accidente.

Los episodios 3 y, en especial, el 4 pierden algo el ritmo y dan a veces la sensación de dar saltos en la narrativa. Sin embargo, el 5 remonta y nos deja con el juicio donde se explica -por fin- qué provocó el accidente.

Chernobyl ha bebido de diversas fuentes, en especial de Voces de Chernobyl. Eso da a la serie una visión amplia de lo sucedido, con detalles que suelen pasarse por alto y especial énfasis en cómo lo vivieron las personas que estaban allí. No obstante, al centrarse en la vivencia personal se olvida que esta tiene un valor meramente subjetivo.

La serie ha recibido diversas críticas. Para algunos, no critica suficientemente la energía nuclear. Otros alegan que ciertas presentaciones sobre los efectos de la radiactividad en el organismo parecen sacadas de una película gore. Los hay que se quejan de que la representación que se hace de la URSS es sombría y, finalmente, que mantiene ciertos mitos del accidente. Cada cual sabrá sus motivos pero, recuérdese, a pesar de algunos fallos Chernobyl es una obra de ficción y los productores deben tener cierta libertad creativa. Chernobyl es Dyatlov alegando que usted no ha visto grafito en el suelo, es un ingeniero mirando aterrorizado el núcleo del reactor, es la población de Prypiat bañada por una lluvia de ceniza radiactiva, son unos buzos acompañados por el crepitar de un contador Geyger, es el detalle con el que la serie está ambientada, es Legasov explicando cómo se produjo el accidente. Y allí lo borda.

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