Crítica: La fuente del fin del mundo (I/IV)
William Morris se considera uno de los fundadores de la fantasía moderna y La fuente del fin del mundo es una de sus obras fundamentales. La obra narra el viaje iniciático de un príncipe que busca la fuente del fin del mundo, durante el cual vive todo tipo de aventuras.
La obra gustará a los amantes de JR Tolkien (quien, no en vano, fue calificado como "el nuevo Morris") y a quien le interese por motivos históricos. Hasta donde yo sé, esta es la primera edición que se hace de la obra en lengua castellana, por lo que lo primero que hay que hacer es aplaudir a la editorial que rescate una obra semiolvidada. El editor ha tratado de mantener, pese a sus limitados medios, los cánones estéticos que gustaban a Morris (que era un enamorado de la belleza) con la inclusión de fotografías y algún que otro dibujo.
No obstante, la obra no ha envejecido demasiado bien. Si la novela es del siglo XIX, bebe directamente de la Edad Media, por lo que a muchos lectores les parecerá que los diálogos terminan siendo cansinos y los personajes carecen de profundidad y están llenos de estereotipos. Peor aún resulta el planteamiento de la obra, rellena de paja innecesaria. Finalmente, en esta edición pesa que la editorial haya hecho gala de una gran voluntad pero medios escasos: esta edición contiene múltiples errores que, en más de una ocasión, dificultan la lectura.
En resumen, una obra ideal para los amantes de Tolkien, aquellos interesados en la historia de la fantasía o las obras con un aroma a antiguo. Absténganse aquellos interesados en literatura más moderna o forofos de las ediciones perfectas.
Etiquetas: crítica, literatura
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