Crítica: Tiempo de odio
Tiempo de odio es la segunda (o quinta ¿o es la cuarta?) novela de la saga de Geralt de Rivia de Andrzej Sapkowski. Hace unos meses reseñé la anterior novela, la excelente La sangre de los elfos, así que el listón estaba muy alto.
Como era de esperar, la obra sigue la estela de su predecesora. De nuevo, nos encontramos con una extensión moderada (352 páginas en la edición que he leído) y capítulos largos, de decenas de páginas cada uno, entre los cuales la acción presenta saltos temporales. Tampoco presenta muchas novedades en cuanto a los personajes, limitándose a seguir adelante con los que ya conocíamos. A priori, parece la receta para el éxito.
De nuevo, Sapkowski nos deleita con unas maravillosas escenas cotidianas. En unas breves páginas logra sumergirnos en la vida de personajes que aparecen fugazmente y, aunque sabemos que no los volveremos a ver, sus vivencias nos importan. Los diálogos siguen siendo excelentes, aunque sin llegar al grado de maestría de su predecesora. También es destacable el sentido de humor que destila toda la novela, una ironía que logró arrancarme más carcajadas que muchas obras humorísticas.
Hasta aquí, lo bueno. Ahora viene lo malo.
Si en la anterior obra lo que menos me gustó fue la parte política, esta obra no mejora la sensación. Acostumbrado a las complejas tramas de Canción de Fuego y Hielo, esta resulta más ligera y, sin embargo, más difícil de digerir. El hecho de que los personajes principales (Geralt, Yennefer y Ciri) estén desconectados de la trama política y que a Geralt directamente le traiga sin cuidado no contribuye a que se entienda con facilidad ni a que el lector la sienta como suya.
Cabe destacar el malogrado recurso a la sexualidad que se realiza en una escena de la obra. Sin hacer spoilers, un momento que podría haber suscitado gran interés del lector por múltiples motivos (magia, poder, dinero, política...) resulta completamente eclipsado por el torpe uso de los, ejem, senos femeninos como reclamo. Como he comentado en otras ocasiones, no estoy en absoluto en contra del uso de la sexualidad en una obra, pero sí lo estoy (y mucho) en contra de usarla como recurso facilón.
En resumen, Tiempo de odio es una buena obra que mantiene el nivel de la saga, con personajes interesantes, diálogos geniales y escenas envolventes. Por contra, la trama política sigue sin estar bien desarrollada y el uso del cuerpo femenino como mero objeto puede encender la iras de ciertos lectores.
Etiquetas: crítica, literatura
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