viernes, septiembre 08, 2017

La Paradoja de Fermi (11/12): Apenas hemos empezado a buscar

La última solución para la Paradoja de Fermi es también sencilla: apenas hemos empezado a buscar.

¿Es posible que sea tan fácil? La verdad es que sí. Nuestras emisiones de radio son fácilmente detectables pero ¡ay! solo llevamos 100 años emitiendo ondas de radio. Eso significa que, en el mejor de los casos, pueden habernos detectado y contestado civilizaciones que se encuentren a 50 años luz.

¿Podrían detectarnos de otra forma? Sí. Podrían detectar las luces de nuestras ciudades. Pero es mucho más difícil que mediante ondas de radio. Así, si para una civilización distante 50 años luz sería fácil detectar nuestras ondas de radio, para ver nuestra iluminación nocturna necesitaría un telescopio de aproximadamente 2'5 kilómetros de diámetro (sic), un tamaño más que considerable y de coste astronómico. Por otro lado, las luces de las ciudades se han desarrollado a la par que las ondas de radio, así que tampoco solucionamos nada. Si lo que buscamos es ver las construcciones alienígenas, la cosa se pone todavía más fea. Para poder detectar estructuras de 1'5 km (suficiente para detectar las grandes ciudades y embalses) ubicadas a 50 años luz necesitamos un telescopio de 150.000 kilómetros de diámetro (?!). Podemos reducir la magnitud del engendro mediante técnicas de interferometría pero, a pesar de todo, seguimos hablando de un tamaño prohibitivo. Vamos, que ver las pirámides de Alfa Centauri va a ser que no...

En resumen, es perfectamente posible que existan civilizaciones alienígenas relativamente cerca pero que no se hayan puesto en contacto con nosotros simplemente porque todavía no les han llegado nuestras ondas de radio. Eso es algo que el tiempo arreglaría. O sea, que si no les hemos encontrado es porque apenas hemos empezado a buscar.

Etiquetas: ,

jueves, septiembre 07, 2017

La Paradoja de Fermi (10/12): Están aquí pero no quieren mostrarse

Una forma de solucionar la Paradoja de Fermi es sencilla y un tanto, ejem, incómoda: están aquí pero no quieren mostrarse.

¿En qué puede basarse semejante idea? En primer lugar, en que los propios humanos tenemos establecido que en caso de detectar una inteligencia extraterrestre ni el descubridor ni nadie más debería responder sin que haya antes un acuerdo internacional. En segundo lugar, hay ejemplos de culturas terrestres con las que se evita deliberadamente el contacto (el único ejemplo que queda en la actualidad es el de los sentinelenses). Del mismo modo que nosotros nos lo pensamos dos veces antes de contactar con otra civilización ¿podría ser que los extraterrestres no quisieran contactar con nosotros? Podrían tener varios motivos. Por ejemplo, para estudiarnos sin interferir en nuestro desarrollo. O, tal vez, piensen que no estemos preparados para asumirlo.

No obstante, la idea tiene muchos problemas.

El primero es que atribuir intenciones humanas a una civilización extraterrestre es, como mínimo, arriesgado.

El segundo es que incumple una regle básica en ciencia: no es falsable. ¿Qué diferencia hay entre una civilización extraterrestre que no quiere mostrarse y una que no existe? ¿Qué diferencia hay entre un dragón invisible, que no come, no emite calor, no respira, no deja marcas en el suelo, no emite sonidos... y uno que no existe? Como diria Karl Popper, es tan erróneo que ni siquiera es falsable. Eso no quiere decir que sea necesariamente anticientífico pero seguro que como mínimo es acientífico y eso es adentrarse en terreno pantanoso.

El tercero es más peliagudo y es que precisamente esta hipótesis es defendida por medios abiertamente anticientíficos, con historias conspiranoicas incluidas. No es de extrañar, pues, que los científicos huyan de esta hipótesis como de la peste.

A pesar de esto, cabe recordar el viejo refrán griego: la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. ¿Podría ser, del mismo modo que nosotros enviamos sondas a explorar el espacio, que los extraterrestres ya estén explorando la Tierra pero prefieran no mostrarse?

Etiquetas: ,

sábado, septiembre 02, 2017

Reseña de "Los pintores de estrellas verdes" en Sitio de Ciencia-Ficción

Hacía tiempo que no hablaba de Los pintores de estrellas verdes. Pues bien, aquí va una pequeña noticia: tengo una nueva reseña, esta vez en el Sitio de Ciencia-Ficción. La ha escrito José Joaquín Ramos, el esforzado ex-editor de Alfa Eridani con quien tuve el placer de publicar varios de los relatos incluidos en la antología.

Podéis encontrar la reseña aquí.

Esto es todo, ahora me pongo a escribir, leñe  ;-)

Etiquetas: ,