sábado, enero 25, 2020

Crítica: The Mandalorian

The Mandalorian es una nueva serie ambientada en el universo de Star Wars y la primera que lo hace con actores reales. Debido a esto había cierta expectación por saber cómo se desenvolvia la serie, en especial sabiendo que la franquicia de Star Wars ha experimentado numerosos altibajos desde su adquisición por el imperio Disney. Y el resultado ha sido mucho mejor de lo esperado.

Vamos por partes. Para empezar, The Mandalorian gozó de una suerte que no tuvo El ascenso de Skywalker y es que, mientras todo el mundo andaba buscando filtraciones del dichoso episodio IX, a nadie pareció importarle lo que estaba tramando Disney con un mandaloriano anónimo a quien ni siquiera se le ve el rostro. A eso se unió que Disney por una vez hizo las cosas bien y no solo dejó libertad a los creadores de la serie sino que, incluso, se permitió el lujo de no lanzar al mercado juguetitos que habrían arruinado algunas de las sorpresas de la serie.

The Mandalorian es una serie de acción ¡y menuda ella! Hay acción a raudales, pero contenida. La acción se limita a pocos minutos cada capítulo y eso hace que las escenas parezcan realistas y que no saturen al espectador con un metraje interminable. Por si fuera poco, muchas de ellas son de un estilismo digno de aplauso, con el protagonista practicando una elaborada danza de movimientos con la que desaparece de la vista de sus enemigos. En resumen, la acción es lo mejor de la serie.

Muchos capítulos parecen standalone, lo que hace que a media temporada la serie pierda fuelle. No obstante, en los dos últimos capítulos logra una espectacular remontada, uniendo todo lo que se ha visto hasta el momento para lograr un épico final de temporada que dejará a todos con la boca abierta. Por si fuera poco, se reservan para este final revelar algunas de las incógnitas que han plagado toda la serie y lo hacen de forma más que notable (lo cual de nuevo demuestra por enésima vez que es fácil llegar a un final digno si lo tienes pensado desde un principio). La única pega que se detecta es que los personajes secundarios son demasiado propensos a ayudar al protagonista sin que exista un motivo claro para ello.

Las actuaciones son más que decentes, los decorados y fotografía, espectaculares. El humor ocupa un lugar menor en la serie y, sobre todo, está destinado a un público adulto. No hay sexo en toda la serie (no deja de ser Star Wars & Disney), lo cual es casi de agradecer teniendo en cuenta la gran cantidad de series que solventan la falta de imaginación enseñando unos pechos. Hay algunos guiños a los fans de toda la vida de Star Wars, pero que no saturan la serie y -mucho menos- pretenden construir la serie a partir de ellos.

En resumen, The Mandalorian es una brillante serie de acción que hará las delicias de los fans adultos de Star Wars e incluso a aquellos que, sin serlo, quieran simplemente pasar un buen rato. Sin llegar a ser una obra de arte, es un producto cuyos aciertos sobrepasan de largo sus carencias.

Etiquetas: ,

lunes, enero 20, 2020

Crítica: Years & Years

Years & Years es una serie coproducida por la BBC y HBO y, para el caso de la norteamericana, una de sus escasas incursiones en el terreno de la ciencia ficción. La serie nos cuenta las vivencias de una familia, desde niños a ancianos, hermanos, suegras y cuñados, a lo largo de los años. Resulta, por tanto, un drama familiar ambientado en un futuro cercano y, para los más puristas, la clasificación como "ciencia ficción" puede resultar un tanto generosa.

Como toda serie de la BBC y/o HBO, la puesta en escena, diálogos y actuaciones rayan la perfección. De hecho, son lo mejor de Years & Years. Para los amantes de los dramas familiares, resultará una serie excelente.

Years & Years se ambienta en un futuro cercano que nos recuerda mucho, tal vez demasiado, a nuestro mundo actual. Así, aparecen gobiernos populistas (de izquierda o de derecha), crisis de refugiados, persecuciones a colectivos discriminados, crisis económica, problemas con los bancos, trabajos precarios y el mismo enemigo exterior de siempre. Al centrarse en un futuro inmediato y pretender ser un fiel reflejo de nuestra propia sociedad, las novedades tecnológicas, los cambios sociales u otros temas que podrían dar un plus ocupan un papel menor, casi intrascendente.

En resumen, una buena serie, que brilla en todo pero que le resultará un tanto descafeinada si lo que busca es una serie de ciencia ficción "de verdad".


Etiquetas: ,

domingo, enero 12, 2020

Resumen 2019 y propósitos 2020

2019 ha sido un año un tanto agridulce.

Por un lado, envié El espejo vacío a una editorial y, como os podéis imaginar, no he recibido respuesta.

El año empezó con dos cuentos terminados y sin publicar. He intentado publicar los dos, sin mucha suerte. En estos momentos ambos están en el cajón, a la espera de tiempos mejores.

He terminado otros dos cuentos, uno de ellos, Todo el mundo condena la esclavitud ha sido seleccionado para el Visiones 2019, lo que constituye mi principal éxito del año. Todavía no se ha publicado. El otro no salió seleccionado para el Domingo Santos así que está haciendo compañía a los otros dos.

Empecé con dos cuentos sin publicar y ahora tengo tres. Pues qué bien. Posiblemente escribiré uno o dos más este año, ya veremos.

Como ya he comentado anteriormente, ahora mismo estoy terminando una novela corta. Tenía en mente enviarla a una editorial pero creo que he cambiado de opinión. Ahí lo dejo.

Por último, este año tengo previsto revisar La luz de las tinieblas para enviarla a una editorial. Los más avispados del lugar dirán que esto llevo prometiéndolo dos años ya. Pero esta vez va en serio. Casi seguro. Si quieres te lo miro.

Etiquetas: , ,

domingo, enero 05, 2020

Crítica: El ascenso de Skywalker

Por fin tenemos, por tercera vez, la conclusión de la saga Star Wars. Tras El despertar de la fuerza, una película que arrancaba muy bien pero que termina siendo un plagio encubierto, y la arriesgada (y a mi juicio superior) Los últimos Jedi estaba por ver cómo lo hacía la todopoderosa Disney para concluir la trilogía con George Lucas fuera del escenario. Y el resultado es, por decirlo suavemente, decepcionante.

AVISO: crítica SIN spoilers

Al igual que las dos anteriores, la película tiene un ritmo trepidante. Pero en esta ocasión el arranque es atropellado y el resto de la película no mejora esa sensación. Si en las dos primeras trilogías los personajes se desplazan por unos pocos planetas en cada capítulo (entre 1 y 4, concretamente) en esta película el plan consiste en hacerlos circular por cuantos más planetas mejor, que se note que somos Disney y tenemos pasta para gastar.

Para colmo, da la sensación de que no se ha planificado la trilogía. En El despertar de la fuerza se planteó un villano (Snoke) y un origen misterioso de Rey; en Los últimos Jedi, sin embargo, se destruyó lo construido matando a Snoke y revelando que los padres de Rey eran unos don nadie. Ahora, en este episodio IX, J J Abrams decide destruir lo que construyó el episodio VIII y, además,  Disney fuerza a usar concept art que Lucas dejó para el episodio VII. Por lo tanto, no es de extrañar que si uno intenta construir un episodio final de una trilogía que ha carecido de rumbo y lo hace con conceptos que deberían haber aparecido dos películas atrás, el resultado va a ser un desastre. Intentando "salvar" lo que no gustó del episodio VIII no solo no lo logran sino que, en algunos aspectos, empeoran los problemas que dejó el episodio VIII. Si en las dos primeras trilogías se intentó crear una historia, en esta parece que lo único que han sabido hacer es crear una moralina: "puedes romper con tu pasado" y "el pueblo unido jamás será vencido".

Como resultado, se fuerza la acción sin que haya una lógica detrás. La lógica es, precisamente, algo de lo que el episodio IX no anda sobrado. Los imprevistos y giros de guión resultan bochornosos. En un periodo de apenas unas horas una nave se puede prender fuego, repararse, estrellarse y volverse a reparar, lista para la batalla. Naves abandonadas durante décadas -incluso sumergidas en agua- son plenamente operativas. Se va de planeta en planeta sin una justificación clara, puedes matar a alguien y resucitarlo después, hay personajes que se quedan con la palabra en la boca, a los propios personajes les parece inverosímil un giro de los acontecimientos, al malo le parece bien que le trastoquen sus planes y así un largo etcétera. Preocupados por salvar "el momento" con situaciones con gancho, se olvidan de tener un punto de vista más amplio que dé sentido al conjunto. Según los rumores, el guion pasó por múltiples reescrituras, se filmaron dos horas más de lo que muestra el montaje final y se tuvieron que hacer filmaciones de última hora. La receta perfecta para el desastre, vamos. Pero no hubiera sido la primera vez que una película condenada al fiasco se salva in extremis en el montaje. Sucedió con la Star Wars original y también con Gladiator. No es el caso de este filme, que comete incongruencias de bulto.

Si Los últimos Jedi adolecía de un exceso de personajes, esta película agrava el problema. Tenemos a los de siempre, retornos esperados y, para colmo, añadimos unos cuantos más. Como resultado, el director se ve obligado a dejar en la estacada a ciertos personajes. En esta ocasión el más beneficiado es C3PO, que da los mejores momentos humorísticos de la película, mientras que los más perjudicados son BB8 (robot que cumplió con holgura esa función en el VII) y Finn (con el que cometen una de las mayores tropelías de la película). El personaje de Kylo Ren sigue sin saberse muy bien para qué está: se ha pasado toda la trilogía yendo y viniendo del lado oscuro, quitándose el casco para volvérselo a poner y luchando con Rey una vez, otra y otra. Como he comentado antes, cuando intentan captar tu atención con algo que se supone transcendente es que debería ser así, de lo contrario al final solo causa tedio y confusión. En el otro extremo cabe mencionar que solventan brillantemente el problemón que dejó el fallecimiento de Carrie Fisher, lo que lo convierte -para mí- en el principal mérito del film.

Por último, cabe comentar que el escenario final es oscuro, indefinido y monocromático. Es la única vez que en Star Wars vi una oscuridad semejante, solo cercana a algunos momentos del episodio VII. Ni siquiera los momentos más oscuros de El imperio contraataca o La venganza de los Sith resultaron tan poco definidos. Este cambio de estética no fue de mi agrado, ahí lo dejo.

En resumen, este episodio IX pasa por ser una película entretenida, con muchos efectos especiales y acción a raudales y cuyo principal mérito es salvar el papelón que dejó el fallecimiento de Carrie Fisher. Como contrapunto, la indefendible falta de coherencia de esta trilogía se ve acrecentada por un guion y una dirección que lo único que aportan es recurrir a la nostalgia y esperar que con una acción desbordante el público no se dé cuenta de sus múltiples despropósitos.

Etiquetas: , ,