Crítica: Un poco de odio
Un poco de odio es una novela de Joe Abercrombie, la primera de la Trilogía de la Locura. Se trata de una obra de fantasía ambientada, al igual que muchas de sus otras novelas en El Círculo del Mundo, por lo que encontrará muchas referencias culturales, de personajes e históricas con otras obras del mismo autor, como por ejemplo la excelente Los héroes. En esta ocasión, la línea temporal alcanza el punto en el que comienza la revolución industrial, lo que incorpora interesantes consecuencias.
Si bien se trata de una obra en la que los personajes llevan el peso de la historia, hay otros aspectos a comentar:
- Esta novela está ambientada en el momento en el que la revolución industrial cambia el mundo, creando tensiones entre clases sociales (nobleza vs burguesía, científicos vs magos, poderosos vs trabajadores). Este es, desde mi punto de vista, enfoque más interesante de la novela. Como no podría ser de otra forma, Abercrombie se pone del lado de los débiles, pero no de forma inocente. Hay poderosos que no son malvados, hay traición entre los trabajadores...
- Para los amantes de la acción, hay batalla, si bien esta parece una trama secundaria. La verdad, esperaba más en este aspecto.
- Finalmente, la magia se toca de forma bastante tangencial. Una chica con visiones que adelantan futuros acontecimientos pero cuyas premoniciones son tan poco claras que son difíciles de interpretar si bien, cómo no, una vez los acontecimientos han pasado queda meridianamente claro a qué se refería.
En resumen, Un poco de odio es una lograda obra de fantasía, con una magistral dosis de humor, personajes memorables (aunque demasiados), acción y algunas gotas de magia. A destacar el contexto en plena revolución industrial, con múltiples actores jugando sus cartas en un entorno cambiante.
(1) Es probable que a usted no le suene, pero la rebelión de Ludd es un episodio muy conocido para los británicos.
(2) --Tenemos enemigos por todas partes. También dentro de nuestras fronteras.
--Lo sé. Acabo de asistir al ahorcamiento de tres de ellos. Dos campesinos y una niña de quince años. Se meó encima. Nunca me he sentido más orgulloso.
(3) No haré spoliers, solo diré que ciertas prácticas sexuales no resultan muy convenientes.
Etiquetas: crítica, literatura