Crítica: Devs
Devs es una serie de ciencia ficción ambientada en el departamento de I+D (Developments) de Amaya, una gran empresa del sector informático de Silicon Valley.
Lo mejor es que no sepan muy bien el argumento de la serie. Basta decir que la protagonista, Lily Chan, es una programadora que trabaja en Amaya. Su novio, Sergei Pavlov, presenta al CEO de Amaya (Forest) un software que es capaz de predecir el comportamiento exacto de un gusano durante unos breves segundos. Impresionado, Forest invita a Sergei a unirse al departamento de Devs. Sergei comienza a trabajar en Devs, mira lo que está desarrollando el departamento y... Queda horrorizado ante lo que descubre. Y hasta aquí, aproximadamente el minuto 30 del primer capítulo, podemos decir.
Se trata de una serie contenida, de pocos personajes pero bien definidos. Esto permite que las actuaciones sean destacables. No abundan las escenas de acción y el ritmo suele ser pausado, comenzando por la introducción, que puede dedicar uno o dos minutos a contemplar el paisaje. La serie es excepcional en cómo gestiona el ritmo narrativo, con unos cliffhangers a cada final de capítulo que dejarán con la boca abierta. La banda sonora resulta todo un contrapunto de las escenas de acción y buena parte de la música, arrítmica, causa un efecto entre desconcertante e hipnotizador.
Abundan las segundas lecturas, con los empresarios de Silicon Valley retratados con una fachada amistosa tras la que se esconde un monstruo egocéntrico. Se expone también la controvertida relación entre las empresas de software y los gobiernos (aunque podrían haberlo explotado más). Pero si hay algo que destaque es la profusión de elementos de ciencia y filosofía una vez la serie se adentra en zonas cada vez más profundas. Así, la mecánica cuántica, el libre albedrío o la religión juegan un papel fundamental en la serie.
En resumen, Devs es una excelente serie de ciencia ficción, aunque su ritmo pausado y la profusión de elementos de ciencia y filosofía la hacen solo apta para los muy cafeteros.