Crítica: The Mandalorian
The Mandalorian es una nueva serie ambientada en el universo de Star Wars y la primera que lo hace con actores reales. Debido a esto había cierta expectación por saber cómo se desenvolvia la serie, en especial sabiendo que la franquicia de Star Wars ha experimentado numerosos altibajos desde su adquisición por el imperio Disney. Y el resultado ha sido mucho mejor de lo esperado.
Vamos por partes. Para empezar, The Mandalorian gozó de una suerte que no tuvo El ascenso de Skywalker y es que, mientras todo el mundo andaba buscando filtraciones del dichoso episodio IX, a nadie pareció importarle lo que estaba tramando Disney con un mandaloriano anónimo a quien ni siquiera se le ve el rostro. A eso se unió que Disney por una vez hizo las cosas bien y no solo dejó libertad a los creadores de la serie sino que, incluso, se permitió el lujo de no lanzar al mercado juguetitos que habrían arruinado algunas de las sorpresas de la serie.
The Mandalorian es una serie de acción ¡y menuda ella! Hay acción a raudales, pero contenida. La acción se limita a pocos minutos cada capítulo y eso hace que las escenas parezcan realistas y que no saturen al espectador con un metraje interminable. Por si fuera poco, muchas de ellas son de un estilismo digno de aplauso, con el protagonista practicando una elaborada danza de movimientos con la que desaparece de la vista de sus enemigos. En resumen, la acción es lo mejor de la serie.
Muchos capítulos parecen standalone, lo que hace que a media temporada la serie pierda fuelle. No obstante, en los dos últimos capítulos logra una espectacular remontada, uniendo todo lo que se ha visto hasta el momento para lograr un épico final de temporada que dejará a todos con la boca abierta. Por si fuera poco, se reservan para este final revelar algunas de las incógnitas que han plagado toda la serie y lo hacen de forma más que notable (lo cual de nuevo demuestra por enésima vez que es fácil llegar a un final digno si lo tienes pensado desde un principio). La única pega que se detecta es que los personajes secundarios son demasiado propensos a ayudar al protagonista sin que exista un motivo claro para ello.
Las actuaciones son más que decentes, los decorados y fotografía, espectaculares. El humor ocupa un lugar menor en la serie y, sobre todo, está destinado a un público adulto. No hay sexo en toda la serie (no deja de ser Star Wars & Disney), lo cual es casi de agradecer teniendo en cuenta la gran cantidad de series que solventan la falta de imaginación enseñando unos pechos. Hay algunos guiños a los fans de toda la vida de Star Wars, pero que no saturan la serie y -mucho menos- pretenden construir la serie a partir de ellos.
En resumen, The Mandalorian es una brillante serie de acción que hará las delicias de los fans adultos de Star Wars e incluso a aquellos que, sin serlo, quieran simplemente pasar un buen rato. Sin llegar a ser una obra de arte, es un producto cuyos aciertos sobrepasan de largo sus carencias.