Crítica: La ciudad y la ciudad (serie de TV)
Hace unos meses reseñé la excelente (aunque no apta para todos los públicos) novela La ciudad y la ciudad, de Chine Miéville. Pues bien, la BBC asumió el riesgo de adaptar para televisión esta novela. Riesgo porque no es una novela muy conocida, es de difícil adaptación y requiere un presupuesto elevado. Pero, qué demonios, es la BBC. El resultado es mixto, con grandes aciertos y decisiones claramente criticables.
Empecemos por el principio. Es evidente que la literatura y la televisión juegan con medios completamente diferentes. En la novela, el autor juega al principio al despiste, a no dejar claro cómo es Ul Qoma y Beszel. A la serie no le queda otro remedio que hacer justo lo contrario y, puesta a ello, lo resuelve con brillantez. En apenas unos minutos el espectador tiene muy claro cuál es aspecto de las dos ciudades y qué es "desver" una ciudad.
La serie sigue fielmente la obra de Miéville. Una chica es asesinada, el inspector Tyador Borlú es llamado a investigar el caso, etcétera, etcétera. Así que, si es usted purista y le gusta China Miéville, esta es su serie. Hay, como no podía ser de otra forma, algunas licencias. Borlú es en la serie un nostálgico que se aferra al recuerdo de su mujer desaparecida, mientras que en la novela es un poco golfo, un personaje más propio de la novela negra. Hay una ligera divergencia con la serie en los personajes, que están más desarrollados que en la obra de Miéville, y en el transfondo político, que cobra algo menos de importancia en la serie que en la novela.
No obstante, el producto no está exento de fallos. Todo el brillante esfuerzo de adaptación descarrila en el último capítulo de la serie. En lugar de mantenerse fieles a la novela, optan por nuevos caminos que no alcanzan ni de lejos la calidad esperable. Así, todo lo concerniente a Brecha queda peor resuelto en la serie que en el libro, mal y con prisas. Y qué decir de la épica persecución final del libro, que Miéville convierte en inolvidable a pesar de la dificultad que entraña imaginársela; la serie tenía una oportunidad única de plasmarlo en pantalla y, en su lugar, optan por un tiroteo convencional.
En resumen, La ciudad y la ciudad resulta una serie que gustará a los amantes del género negro y la ciencia ficción weird y que recomiendo a todo al que le gustó el libro. La ambientación y la fotografía son dignas de aplauso, aunque el final desmerece los aciertos previos de la serie.