Crítica: Nistagmo
Nistagmo es una novela corta de Bruno Puelles, autor jovencísimo y del que, dado su curriculum, dará mucho que hablar. La obra recibió una mención especial en el Premio UPC del 2018, lo que le da cierto caché pero lo realmente interesante es la premisa inicial: en este acelerado mundo moderno, en el que a todos nos parece que nos falta el tiempo ¿qué pasaría si apareciera un avance tecnológico que permitiera prescindir de dormir?
Nistagmo parte de esa premisa y nos narra las vivencias de su protagonista, un atribulado padre de familia, encadenado a un trabajo que no le gusta, un poco friki, agobiado por el cuidado de los hijos y al que le faltan horas para desarrollar su verdadera pasión: la escultura. ¿Se sienten identificados?
Hay más. Personas con sueldos míseros, aquí llamadas todoterrenos, son vistas con recelos por los trabajadores con derechos, pues temen ser sustituidos por una de ellas. ¿Les recuerda a algo?
La prosa de Nistagmo es resultona y de lectura extremadamente ágil, con puntos de hunor interesantes, especialmente al principio. No esperen virtuosismo.
Donde la obra falla un poco es que la trama resulta demasiado previsible. En pocas páginas uno puede tener claro cómo se va a desarrollar todo.
En resumen, una obra con una premisa muy interesante y fuerte crítica social, ideal para pasar un buen rato y dejarse llevar.
Etiquetas: crítica, literatura